La planta de pistacho, típica de la flora del Parque Etna, crece espontánea y exuberante en las laderas del volcán.
Los frutos de color rojizo contienen semillas verdes suaves con un sabor dulce y delicado.
Este rosolio se obtiene con un proceso exquisitamente artesanal, utilizando el "corazón" verde del pistacho, según las indicaciones de una antigua receta.
Rosolio se sirve frío como postre y es delicioso en postres y helados de pistacho.
Grado alcohólico: 28°